Clara Carvajal. Entrevista

MY WAY © Clara Carvajal, VEGAP, Madrid, 2021

¿Te consideras una escultora vocacional?

Ingresé en la Facultad de Bellas Artes de Madrid creyendo que lo mío era la pintura hasta que en segundo de carrera, mi profesor de escultura Fermín García Donaire, me abrió los ojos a las tres dimensiones y sus materiales. Fue entonces cuando empecé a mirar desde ahí y me decanté por la escultura.

Tu lema es “EN MIS OBRAS EL MENSAJE ES EL LENGUAJE” ¿Nos puedes desarrollar esa idea?

Mis proyectos se inspiran en la existencia de elementos culturales que giran en torno al lenguaje y la cultura. Lo que me interesa no son los elementos. Me interesa la función que esos elementos juegan en sus distintos momentos a través del lenguaje. Para eso mis obras se introducen dentro del lenguaje, juego con las grafías, los fonemas, las palabras, y las narrativas, y utilizo esos elementos como las piezas de un puzle o como los colores en un cuadro.

 En ese sentido digo que el objeto sobre el que trabajo y sobre lo que quiero focalizar la atención, esto es mi mensaje, es el lenguaje que estoy utilizando.

¿Crees que formarse fuera de nuestra fronteras es un valor añadido?

Si, salir de nuestra zona de confort, nuestro entorno, es muy enriquecedor, te ayuda a proyectar lo que eres en otros contextos culturales. Lo que no tengo claro es cuándo acaba uno de formarse, yo sigo buscando nuevos lugares en los que proyectar mi trabajo.

¿Qué te aporta viajar a otros territorios?

Trabajo con procesos culturales del Mediterráneo, Oriente Medio, … Parto de las obras originales que conforman esos procesos y me desplazo ahí donde estén para fotografiarlas, comprar los derechos de autor y poder incorporarlas a mi trabajo como las obras originales que son. Viajo para tratar de entender la sociedad y la cultura en la que se desarrollaron y en la que viven en la actualidad. 

¿Cuál es el motivo de que en la última década hayan aparecido tantas mujeres en terreno de la escultura?

Desde la segunda mitad del siglo XX hay grandes nombres femeninos dentro de la historia del arte.

La escultura como disciplina artística ha evolucionado, es trans-disciplinar y bebe de todo tipo de formas artísticas. No creo haya un motivo especial, las mujeres estamos presentes en todo el arte.

¿Meter en la misma categoría a la instalación artística y a la escultura (en el término formal del término) es un error o todo lo contrario?

Si hablamos de lo formal puede que sea un error, aunque a mi me suena a un error de otra época. No creo que hoy importe la frontera entre disciplinas artísticas, lo que importa es que de lo que hablemos las artistas sea relevante en la actualidad. 

Amazonomaquia © Clara Carvajal, VEGAP, Madrid, 2021

¿Tu exposición en el Museo Arqueológico Nacional “ Amazonomaquia” supuso un antes y un después en tu carrera artística?

Amazonomaquia es un proyecto que se consolidó con su exposición en el MAN, fue mi primera exposición individual en un mueso nacional. Tuve la suerte de contar con dos piezas importantes de la colección del museo dentro de mi exposición que ayudaron mucho a contextualizar el proyecto en su dimensión histórica y que el público entendiese mi propuesta. Coincidiendo con la exposición me lancé a un crowdfunding con el que conseguí publicar un libro sobre el proyecto y tuve la enorme suerte de que se sumó el Instituto Cervantes financiándolo en parte. El MAN abrió mi trabajo a nuevos públicos alejados del endogámico mundo del arte contemporáneo, algo que no había experimentado anteriormente. 

¿Qué es lo más importante que ha aportado tu generación?

Creo que aún no somos capaces de ver qué ha aportado mi generación. Quizás necesitemos más tiempo para esta reflexión. Eso si, nos caracteriza la resiliencia. La crisis de 2008 acabó de un día para otro con un modelo que funcionaba, tocó reconvertirse o morir. 

¿Se puede vivir actualmente en España sin ayudas ni subvenciones?

En España las ayudas y subvenciones de creación artística son específicas para pagar la producción de los proyectos presentados. No contemplan honorarios de artista ni compra de material duradero más allá del proyecto en si. Es decir, hay que gastar la totalidad (mi caso) en carpintería, producción de video, alquiler de material,…….. Y adjuntar una memoria final que justifique dichos pagos además de la realización del proyecto.

Lo mejor sería que estas ayudas y subvenciones se cambiasen por un sistema de becas, ayudas reales a la creación e investigación de tu proyecto durante el tiempo acordado además de a su producción.

Vivir se vive de otro trabajo. Como artistas muchas veces trabajamos gratis. 

En general, si se nos paga es de forma simbólica, con cantidades mínimas. Las políticas de buenas prácticas en museos e instituciones son en muchas ocasiones papel mojado que no pasan más allá de acuerdos verbales. ¿Quién paga honorarios de artista y quién no?, sería bueno saberlo, que se hiciese público. Pero hay un secretismo total, incluso hay centros que se llevan las manos a la cabeza con el pago de los derechos. Estamos en la precariedad absoluta. 

Necesitamos ayudas directas, becas que nos permitan además de producir tener unos honorarios dignos.