Cristina Lucas. Entrevista

Vista de la exposición Manchas en el silencio. 2017, donde se incluyó la pieza El rayo que no cesa de 2015. Cristina Lucas ©

¿Qué experiencia has aprovechado de tus estudios en la Facultad de Bellas Artes de la UCM?

Pues lo más interesante, una vez que destruyes el comodín, es que cada cosa debe ser contada de la manera más conveniente. El dibujo siempre es recurrente, pero la técnica es la que mejor acompaña a la idea.

¿Entiendes el arte sin compromiso?

El artista no tiene que tomar partido, sino que tiene que hacer pensar sobre todas las cosas que tenemos a nuestro alrededor. La política es fundamental, pero el arte es otra cosa. Si el grado de compromiso con la política es muy elevado, sería mejor relegar el arte a un segundo lugar y dedicarse a la política. El artista francés Jean-Jacques Lebel abandonó una carrera consolidada y se hizo político.

¿Te consideras una artista feminista?

Yo no era una persona con conciencia feminista, pensaba que no hacía falta, que ya estaba todo hecho. Pero la realidad me demostró lo contrario. Sí, soy una artista con conciencia feminista.

¿Qué tienes contra Jean Jacques Rousseau?

En Madrid, cerca de donde vivo, está la estatua de Jean-Jacques Rousseau, el busto de un hombre que, a pesar de ser el padre de la educación, siempre está mojado de orina y rodeado de estudiantes haciendo botellón, lo que ya es bastante castigo. Pero también sé que cuando nace el feminismo, en la primera ola de la Revolución francesa y con la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, Rousseau se manifestó muy en contra de que las mujeres tuviesen los mismos derechos que los hombres, y eso puede apreciarse en su libro quinto del Émile.

Entonces decidí montar un escenario donde poder pegar a Rousseau (con palos y botellas de atrezzo), y la mayoría de las personas que aparecen en el vídeo son mujeres que pasaban por allí. Este proyecto fue para la III Bienal Internacional de Valencia. Me gusta involucrar a la gente en las obras.

¿Es imposible no pararse ante La libertè Raisonnèe?

Sí es Marianne, simboliza la libertad como una chica que corre medio desnuda entre una masa de hombres armados hasta los dientes. Si esa escena ocurriera en el mundo real hoy en día y una chica de diecisiete años corriera desnuda por la calle, es muy probable que esa chica terminara en muy mal estado.

La Liberté Raisonnée. 2009. Proyección en el Palais de Tokyo. Paris, 2015. en la programación del festival DoDisturb. Cristina Lucas ©.

¿Qué importancia tiene en tu carrera el proyecto Manchas en el silencio?

Mucha. En el 75 aniversario del Guernica, Artium me invitó a hacer un trabajo sobre el bombardeo y yo comencé a reflexionar sobre la idea de los bombardeos y la Guerra Civil española. Ello me llevó a preguntarme por qué se vende Guernica como el primer bombardeo sobre la población civil de la Humanidad cuando existen muchos precedentes. En 1912 se contabilizan las primeras víctimas civiles.

¿Cómo surgió la idea?

Precisamente, el Guernica es el origen de este proyecto. Ha sido un proceso muy largo, juntando piezas muy dispersas, investigando, ayudándonos de internet, que es una herramienta extraordinaria, de archivos fabulosos, y todos los bombardeos a civiles son igual de dramáticos.

A propósito de la exposición Patriarcado en el Museo Thyssen Bornemizsa, junto a Eulalia Valldosera, que pudo verse el año pasado ¿Qué opinión tienes sobre el movimiento feminista?

En Patriarcado participé con la pieza Habla, que había hecho en el 2008. Respecto a tu pregunta, pienso que ser feminista y ser demócrata es lo mismo. No ser feminista es ser medieval; la sociedad democrática e igualitaria es la sociedad feminista.

En tu performance Habla da miedo verte subida en la cabeza del Moisés, dando martillazos ¿Hasta qué punto es importante esa presencia escénica?

Habla está basada en una performance que hizo el propio autor del Moisés, que es Miguel Ángel. La rodilla del original tiene una incisión. Cuenta la leyenda que se la hizo el propio Miguel Ángel, quien, cuando acabó la obra, le dio un golpe a la estatua en la rodilla y le dijo: ¡habla! La estatua es maravillosa, pero pensé que Moisés tendría que dar algunas explicaciones. En primer lugar, Moisés es el gran padre de las tres religiones monoteístas, que además son muy machistas porque son patriarcales. El patriarcado es algo que había que romper. Pero yo soy artista, por lo que también es una remodelación de la obra.

¿En qué proyectos estás trabajando?

Sigo en proyectos con los que ya llevo tiempo trabajando, como el de los bombardeos sobre población civil en diferentes guerras, y también contemplo la ejecución de otros que se encuentran aún pendientes en el tintero. Hay temas relacionados con el mundo femenino y con el mundo religioso que quiero tratar. También me permito algunas licencias poéticas y algunos temas un poco más superficiales. De vez en cuando, necesito hacer cosas con menor intensidad o menos transcendentales. De otro modo, me aburriría de mí misma.