Lidia Benavides. Presentación

Lidia Benavides busca la luz y la iluminación. La primera búsqueda la realiza en los telescopios y las plataformas solares con las que la ciencia se esfuerza por desvelar los secretos de la luz y la técnica potencia hasta extremos antes inimaginables los usos milenarios de  luz solar. La iluminación remite en cambio a la mística, a la revelación no tanto o no solo de la naturaleza del mundo como al conocimiento de nosotros mismos, para el que resultan inadecuados o insuficientes los recursos que ofrecen la razón o el sentido común. El resultado de esta doble búsqueda son pinturas en cuya realización interviene la luz natural – o mezclas de la luz natural con la artificial – que producen imágenes que  “no tienen principio ni final” porque de hecho no representan ninguna forma reconocible sino, en ocasiones, destellos o reflejos que escancian la superficie de color. Obras que se inscriben en la tradición mística de la pintura minimalista a la que pertenecen Robert Ryman o Ad Reinhardt.Y que asocia igualmente con el budismo zen, como lo atestiguan los títulos de algunas de sus series de obras: Shuniata, Akhasa, Aham, Soham, etcétera. Las fotografías y los videos le han permitido lecturas poéticas de la manipulación de la luz por Plataforma solar de Almería y del telescopio de instalado en Roque de los muchachos en la isla de La Palma en Las Canarias.