
¿Cómo y cuándo comenzó tu interés por el arte?
No existe un momento; fue una convivencia en la infancia y una decisión en la juventud.
¿Qué significaba trabajar con las nuevas tecnologías en la década de los ochenta?
Un salto al vacío. En España, e incluso fuera, no existían apenas espacios para conocer, trabajar o investigar la imagen digital (video arte).
En 1981, comienzo a hacer uso de este soporte rodando mis primeras vídeo instalaciones y documentando mis performances y espectáculos escénicos.
En 1982, propongo el proyecto para dirigir unas actividades en torno al vídeo, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid: I y II Festival Nacional de Vídeo (1984 y 1986), así como los Encuentros en torno al vídeo (1985).
¿Con cuál de todas las disciplinas artísticas en las que te mueves, te encuentras más cómoda?
Con la instalación, incorporando el vídeo y un trabajo ambiental en torno al espacio o la arquitectura donde juegan la luz y el sonido.
¿Hasta qué punto están presentes los problemas de salud en tu obra?
Si te refieres a la visión, posiblemente sea más de lo que yo creo, pero menos de lo que imaginas. En el arte se reflejan estados anímicos, aquello que almacena el subconsciente y que, de alguna forma, se encuentra implícito en la formación de la idea donde interviene el lenguaje estético.
De tu amplia producción, llama la atención la conexión con la cultura oriental ¿A qué se debe?
Belleza, esencialidad o emoción en la construcción de elementos y representación, ensoñación.
¿Qué nos puedes contar sobre tu relación con Bill Viola?
He tenido la suerte de presentar sus obras en los años 80 y de conocer su trabajo a fondo desde el principio, desde sus inicios. En 1986 presenté su maravillosa pieza Room for San Juan de la Cruz, 1983, en el II Festival Nacional de Vídeo.
Sobre temas duros utilizas materiales asépticos ¿Cómo nos conduces a tu discurso?
Con sutileza, interrogantes, propuestas (incluyendo el riesgo) y un intento de comunicar una vivencia, una experiencia, una búsqueda de sentimiento común.
¿Puedes hablarnos de cómo utilizas la belleza?
La utilizo; la busco y la busco. Belleza implica seducción, armonía, síntesis, eliminación de ruidos, contenido oculto, guarida de secretos.
¿Qué opinión te merecen las nuevas generaciones de artistas?
Las considero informadas, valientes, libres, humanistas, integradas en la sociedad de la comunicación y de la información.
¿Tu arte es reivindicativo?
Depende quién lo analice. De todas formas, ¿quién puede no ser reivindicativo?, ¿quién no pide libertad, igualdad?, ¿quién no quiere destruir la apariencia?, ¿quiénes no siguen buscando la verdad, la protección de la naturaleza?, ¿quién no busca transparencia en este “teatro del mundo” donde nace, crece y se evidencia la soledad?
Estamos en abril de 2020. ¿Has pensado cómo esta tragedia puede transformar el arte?
La tragedia y el desconcierto de estos momentos renovará y cambiará muchos planteamientos, situaciones existenciales y filosóficas; cambiarán teorías aprendidas, costumbres inadecuadas, sociedades…, pero espero que ayude a construir una nueva sociedad.
