Teresa Esteban. Entrevista

Teresa Esteban © CLAUSURA, madera de cerejeira, 18x38x38, 2010

¿Cuándo decidiste dedicarte a la escultura?

Con trece o catorce años quería dedicarme al arte. Con quince años comencé a ir al estudio de un escultor, Fernando Cruz Solís, en Manzanares el Real. Este escultor era el Catedrático de Talla de la entonces Escuela de Bellas Artes de San Fernando. En su estudio empecé a conocer la escultura y me gustó. Cuando ingresé en Bellas Artes, me di cuenta de que esa influencia ya estaba reflejada en mi quehacer y de que tenía buna buena visión espacial y estaba dotada para la escultura. No lo dudé y me enamoré perdidamente de la escultura.

Has estudiado en España, ¿Te parece importante hacer cursos fuera?

Si, he estudiado en España, en la Universidad Complutense. Y me parece importante realizar cursos fuera de nuestro lugar habitual. A falta entonces de programas Erasmus, he intentado posteriormente participar en actividades en otros países: Beca de Roma y diferentes simposios de escultura

También impartiste talleres en diversos países. ¿Has visto muchas diferencias?

Acerca de estos talleres, hay muchas diferencias entre países, que corresponden, en realidad, a la manera de enfocar el trabajo, la eficacia, el esfuerzo; en realidad, a parámetros sociales. Me he quedado gratamente sorprendida en Tailandia, donde impartí un taller de escultura, ante el interés de los alumnos y su forma de trabajar

¿Cómo has conseguido conciliar tu vida laboral y la familiar?

Malamente, porque paralelamente he trabajado durante toda mi vida laboral como catedrática de dibujo en un Instituto público. Las tardes y días libres se las he consagrado a la escultura. Siempre he procurado tener el estudio en mi domicilio, de manera de podía trabajar sin necesidad de desplazarme y así estar atenta a mi casa y a mi familia.

¿Cómo entiendes la escultura?

¡Qué difícil pregunta! Siempre he sido una escultora matérica y continuo en ello. Lo que constantemente me interesa es probar materiales, cambiar e investigar. Siento la escultura, la deduzco, me sigue.

¿Cuál es tu atracción por la arquitectura y las ciudades?

Desde siempre, me he sentido atraída por las ruinas, por los edificios, por las ventanas, por los huecos, incluso cuando pintaba siendo muy pequeña. Esa atracción fue saliendo y materializándose poco a poco. Fue muy importante para mi trayectoria la Beca de Roma, donde ya, decididamente, me puse a trabajar sobre el lenguaje arquitectónico y a descubrir un nuevo lenguaje posible para la escultura. Ya tengo en la manera de mirar las ciudades y los paisajes, una curiosidad  por descubrir sus posibilidades, por mirar de una determinada manera y por buscar un lenguaje y una interpretación para los lugares que descubro y que capturan mi interés.

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Teresa Esteban © CIELO PROTECTOR , madera de wengué y alabastro,45x45x40 2012

¿Ves futuro a la escultura fuera de los lugares públicos?

Veo futuro a la escultura en cualquier lugar, ¿cómo no? ¡Qué voy a decir…, si me vuelve loca mi trabajo!

¿Te sientes reconocida como artista de media carrera? ¿Cómo ves la situación de las artistas?

Pues, depende de los días y de mi estado de ánimo. Cualquier pequeño éxito o fracaso hace que te sientas de una manera u otra. En ocasiones, ves un panorama fabuloso y al día siguiente estás desolada. Siempre parto de la idea de que lo que hacemos es una forma de inutilidad, pero, entonces, veo una gran exposición, visitada y aplaudida, y me digo: pues no somos tan inútiles. Disfrutamos y hacemos disfrutar, y aquí no contemplo el valor económico de la obra y sus connotaciones comerciales. Entonces creo que sirvo para algo, me vuelve la fe en mi misma.

Nunca ha sido fácil la vida del artista. A lo largo de nuestra trayectoria profesional todos hemos pasado épocas mejores y peores. Consiste en seguir trabajando, creando y luchando.

¿Crees que los premios son importantes en una trayectoria artística?

Muy importantes, sí. Al final, ponen a cada uno en su lugar. Los premios no engañan y suponen una buena entrada de dinero y de alegría.